Si prospera la continuidad del esquema actual, el nuevo triunvirato podría estar integrado por Cristian Jerónimo (Sindicato del Vidrio) y Jorge Sola (Seguros), mientras que el tercer lugar quedaría reservado para una dirigente mujer.
El dirigente mercantil Armando Cavalieri, jefe del sindicato con más afiliados del país, también incidió en las negociaciones. Tras haber propuesto inicialmente posponer la renovación de autoridades, Cavalieri habría dado su aval para sostener el formato tripartito, con Jerónimo y Sola como nombres confirmados, y una figura femenina como posible incorporación.
El sector del transporte, históricamente clave en la correlación de fuerzas cegetista, busca conservar poder en la mesa chica. El camionero Octavio Argüello, con mandato próximo a vencer, aparece como posible figura de consenso, respaldado por Abel Furlán (UOM) y Omar Maturano (La Fraternidad). En tanto, la secretaria general de Judiciales, Maia Volcovinsky, suena como alternativa para completar el trinomio.
Desafíos frente a Milei y la reforma laboral
Sea cual sea la fórmula elegida, la nueva conducción deberá definir una estrategia frente a las reformas laboral y previsional que impulsa el Ejecutivo. Tanto los dirigentes dialoguistas como los combativos coinciden en la necesidad de mantener la cohesión interna para evitar fracturas que puedan facilitarle al Gobierno avanzar sobre los derechos sindicales y las estructuras colectivas de negociación.
El Congreso de la CGT es seguido de cerca tanto por el peronismo como por la Casa Rosada, atentos al peso institucional que aún conserva la central. Para el Gobierno, el desenlace podría marcar el tono de la relación con el sindicalismo en los próximos meses; para el movimiento obrero, definirá si prima la unidad o el retorno de una conducción única con perfil confrontativo.