El acusado por el accidente (C.J.L.) es un mecánico que está sospechado de haber conducido alcoholizado. Tras el choque, no se detuvo: “Siguió su trayecto, bajó a una mujer que iba de acompañante —quien sería su pareja y ahora está imputada por encubrimiento—, y escapó”, aseguró la mamá del pequeño fallecido.
Alrededor de las 15.30, en medio de su huida, chocó contra un camión Mercedes Benz cargado con postes de madera y recién en ese momento fue detenido. Sobrevivió de milagro, aunque sufrió múltiples fracturas y aún sigue internado. El abogado querellante, Luis Tenti, aseguró que Ledesma tenía 0,57 gramos de alcohol por litro de sangre.
Pese a la gravedad del hecho, Ledesma fue excarcelado pocos días después, cuando la causa todavía estaba caratulada como “lesiones graves y abandono de persona”. Recién tras la muerte de Federico, la imputación pasó a homicidio culposo agravado en ocasión de accidente de tránsito, una figura que prevé penas menores y permite la libertad durante el proceso. Tanto la familia como la querella solicitaron que se cambie la carátula a homicidio con dolo eventual.
“Me arrepiento de haber dicho que vayamos al terreno. Ahora no tenemos fuerza para volver. No tenemos ni en qué ir”, lamentó Fernanda. En medio del dolor, recordó a su único hijo: “Era alegre, lleno de vida, siempre andaba con nosotros”.