Gracias al análisis de las cámaras de seguridad del Centro de Emergencias Quilmes, los investigadores lograron identificar la patente del vehículo y localizarlo horas después en la intersección de las calles Cala y Rosa, también en Almirante Brown. En su interior hallaron boletas pertenecientes al comercio asaltado.
La causa, caratulada como robo agravado por el uso de arma de fuego, continúa bajo investigación. Lautaro, uno de los empleados que fue reducido durante el asalto, relató con angustia lo sucedido: “Uno me agarró del cuello, me apuntó a la cabeza y me pidió la plata. Ver a la nena en el piso fue terrible. Todos pensamos que iba a pasar algo peor”.
El testimonio de las víctimas refleja el miedo y la impotencia que dejó el ataque. “Fue todo muy rápido, uno está trabajando y nunca espera algo así. Lo más importante es que la nena está bien, pero pudo haber terminado en tragedia”, concluyó el empleado, aún conmocionado por la violencia del hecho.