Con 59 votos afirmativos, 9 negativos y 3 abstenciones, el Senado insistió este miércoles con la ley de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), previamente vetada por el presidente Javier Milei. La iniciativa superó cómodamente el umbral de los dos tercios necesarios para avanzar sin pasar por comisiones, en una sesión tranquila pero con un trasfondo político explosivo: la creciente debilidad del oficialismo en el Congreso y el desmarque cada vez más evidente de sectores aliados. Ahora, la Cámara de Diputados deberá tratar la insistencia para que el proyecto quede sancionado definitivamente.
El rechazo al veto presidencial se da apenas un día después de que Diputados también diera la espalda al Gobierno en dos iniciativas clave: el financiamiento universitario y la emergencia en salud pediátrica. En ambas votaciones, el oficialismo no solo no logró bloquear la insistencia, sino que sufrió la fuga de aliados: diputados del PRO, gobernadores afines -incluso de provincias que recibieron fondos de ATN en el último tiempo, como es el caso de Misiones, la provincia que más transferencias obtuvo en 2024 y 2025 (más de $20.000 millones, el 11,8% del total)-. A eso se sumaron exlibertarios, una candidata radical en Mendoza que va en la lista de La Libertad Avanza, el MID, y hasta dos ausencias de diputadas propias del bloque oficialista.
Frente a esta seguidilla de reveses legislativos, el Gobierno insiste con la teoría de un complot institucional. El vocero presidencial, Manuel Adorni, denunció que “quedó expuesto el modus operandi de la casta y su obsesión por destruir el plan económico que sacó a millones de argentinos de la pobreza”. En la misma línea, el ministro de Economía, Luis Caputo, apuntó contra los legisladores con una narrativa centrada en que “quieren voltear al Presidente”.
La ley que hoy volvió a ser aprobada por el Senado modifica el uso de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), un mecanismo previsto en la Ley de Coparticipación Federal. Estos fondos —equivalentes al 1% del total coparticipable— están destinados a atender “situaciones de emergencia y desequilibrios financieros” en las provincias, y hasta ahora se distribuyen discrecionalmente por parte del Ejecutivo nacional.
La norma aprobada por el Congreso y vetada por Milei incorpora un artículo a la Ley 11.672 (Ley Permanente de Presupuesto), y establece que los ATN deben coparticiparse de forma automática y diaria, como el resto de los fondos coparticipables. En otras palabras: elimina la discrecionalidad del Ejecutivo y le quita al Gobierno una de sus herramientas de negociación política con los gobernadores.