De esa manera, comenzó un crecimiento exponencial de la firma que luego incorporó la representación de autoelevadores y dio el salto grande cuando se metió en la construcción de centrales eléctricas y contratos de obra pública.
Con un país siempre al límite de su capacidad energética, el negocio del alquiler de grupos electrógenos a grandes empresas y a pueblos enteros, convirtieron a la firma Secco en una de las más prósperas del sur de Santa Fe.
Luego se expandieron, le dieron luz a la próspera Vaca Muerta cuando comenzaron a montar los primeros obradores y hoy hay localidades en la Patagonia donde la energía eléctrica se provee con grupos electrógenos que Secco les alquila. "Venden agua en el desierto", ilustró un industrial de la zona de Rosario en diálogo con LPO.