En la tarde del martes, los únicos gobernadores que habían confirmaron presencia son el anfitrión Osvaldo Jaldo y el catamarqueño Raúl Jalil. Los recortes, la falta de fondos prometidos y el malestar por la centralización de recursos han empezado a marcar distancia. La ausencia de Milei en los actos del 20 de junio en Rosario ya había encendido luces rojas en varias provincias.
La decisión oficial realizar el acto en la medianoche había generado polémica en la provincia de Tucumán, acostumbrada a recibir a los presidentes el 9 de julio. Tras semanas de gestiones sin respuestas claras sobre el acto, Jaldo lanzó una frase con tono de reclamo: “Tucumán, el 9 de Julio, es la capital de la República Argentina y el Presidente tiene que dar el mensaje desde acá. No hay nada más importante”.
A pesar de la suspensión del acto presidencial, Tucumán celebrará su jornada patria con su propio cronograma: izamiento de bandera y chocolate popular a las 9.30, Tedeum en la Catedral a las 11 con una esperada homilía crítica, y un desfile cívico-militar desde las 13. Cerrará el día el Festival de la Independencia, a los pies de la Casa de Gobierno.