Más allá de esto, lo cierto es que no es la primera polémica en la que el INDEC se ve envuelto bajo la gestión Milei. En septiembre de 2024, el propio organismo reveló que se econtraba elaborando un nuevo IPC para medir la inflación con una canasta de consumo más actualizada (de 2017-2018 en lugar de la de 2004-2005).
Pese a que el INDEC informó los trabajos técnicos sobre el nuevo índice ya habían finalizado en marzo pasado, este recién será lanzado en febrero próximo, en concordancia con la inflación de enero. La demora en su publicación generó críticas de diversos sectores sobre la exactitud del IPC a lo largo de todo 2025. Además, en septiembre pasado, el Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la UCA salió a cuestionar las cifras de pobreza del organismo, precisamente aduciendo en parte que la canasta básica utilizada para medirla está subestimada.
Aun así, la polémica con la Secretaría de Turismo de Scioli es el primer cortocircuito explícito que el INDEC tiene con otra cartera del propio Gobierno. Un hecho que, evidentemente, no ayudará a despejar algunos de los cuestionamientos surgidos desde el sector privado hacia el organismo.