Gustavo Costas armó una alineación con la base que jugó la mayoría de los partidos de este 2025, salvo Facundo Mura que quedó desafectado por una sobrecarga muscular. En su lugar ingresó Gastón Martirena que terminó siendo la figura del partido. Por su parte, Marcelo Gallardo eligió un once con dos sorpresas: Ignacio Fernández y Thiago Acosta, que había debutado en la derrota ante Sarmiento y jugó varios minutos contra Vélez.
Previo al comienzo del partido, la parcialidad local entonó “el que no salta, es un traidor”. El mensaje fue dirigido a Maxi Salas, que a mitad de año dejó Avellaneda para pasar a Nuñez. Acto seguido, el público le propinó insultos a Marcos Acuña por diferencias que existieron en el último enfrentamiento por Copa Argentina. Es más, cada vez que el defensor tocó la pelota, recibió estruendosos silbidos.
De entrada, Racing pegó primero. A los cuatro, Santiago Solari conectó de cabeza un centro desde la izquierda de Rojas para abrir el marcador y hacer delirar a los presentes. El árbitro Facundo Tello tardó un par de minutos en convalidar el gol por una inexistente posición adelantada de Martínez, que participa de la jugada.
River sintió el golpe. No hubo reacción en sus jugadores y Gallardo se mostró preocupado, porque en la mitad de cancha no había sociedades entre Acosta, encargado del armado de jugadas como enlace, Fernández y Castaño, los volantes internos, y Enzo Pérez. Sólo Salas atinó a lastimar por alguna jugada personal. Recién a los 25, la visita tuvo una chance clara mediante un disparo de Pérez que respondió bien Cambeses.