Según Zuñiga, ahora los trabajadores consideran como un “error” haber recibido al Presidente con los brazos abiertos.
“La empresa se viene manejando hace bastante muy mal. Suele despedir gente. Pero ahora estamos más complicados. Porque en nuestro sector no habían tocado nada, pero esta vez nos sacaron a todos los trabajadores”, afirmó sobre el rubro de los gastronómicos.
Y explicó de forma clara qué hay de fondo: “Están queriendo precarizar los convenios colectivos de trabajo para bajar los costos laborales. Te saca de los convenios colectivos, saca a los operarios, lo meten en un plan joven que inventaron ellos y cobran 800 mil pesos. Lo mismo hace con los trabajadores de cocina”.
Los despidos se encuadran en un modelo industrial de apertura importadora, demanda contenida y dólar relativamente barato.