La técnica de fractura (fracking) es la forma en que se estimulan los pozos de hidrocarburos no convencionales como Vaca Muerta (en Estados Unidos están los yacimientos Permian, Eagle Ford y Marcellus, entre otras) y es un indicador relevante para medir el nivel de actividad en los campos. Es decir, conocer el nivel de fractura permite medir de manera precisa la actividad económica del sector y ayuda a tener un conocimiento de la posible producción en dos o tres meses de los hidrocarburos no convencionales.
La fractura es una punción de agua, arena y aditivos que sirve para estimular los pozos no convencionales (que pueden ser verticales u horizontales) de shale gas y shale oil. Cada fractura se compone de 250 toneladas de arena y 1.500 m3 de agua inyectada a más de 10.000 PSI (presión) en boca de pozo, lo cual permite medir el movimiento económico, de equipamiento y logístico asociado al sector. Luego, los pozos se ponen en producción. Por esta razón, seguir la cantidad de fracturas permite analizar mensualmente los niveles de actividad de Vaca Muerta.