Además, se proveerá mayor acceso a los mercados y normativa modernizada para el despacho de aduana y la acumulación de origen. Igualmente, los países miembros de ambos bloques se beneficiarán con mayor previsibilidad y certidumbre jurídica en el comercio.
El acuerdo Mercosur–EFTA cubrirá comercio de bienes, comercio de servicios, inversiones, derechos de propiedad intelectual, compras públicas, competencia, reglas de origen, defensa comercial, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio, asuntos legales y horizontales, incluyendo solución de controversias, y un capítulo de comercio y desarrollo sostenible con su correspondiente entendimiento.
Negociaciones
Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio integral fueron precedidas por un diálogo exploratorio que comenzó en marzo de 2015. Las negociaciones iniciaron con una primera ronda en 2017, realizando 14 rondas de negociación en total entre ambos bloques.
Desde principios de 2025 los bloques se involucraron en un intenso proceso de negociaciones con la meta de reflejar los avances relevantes y tornar el acuerdo aún más adecuado a los desafíos actuales.