Todo comenzó cuando los alumnos mandaron mensajes al grupo de WhatsApp donde cuentan el supuesto calvario: “Empiezan a mandar audio los nenes. A mí me hace esto, a mí me hace lo otro”.
“Está bien que digan que somos unas violentas, pero acá la que ejerce violencia sobre los niños es la docente. No estoy arrepentida. Eso es un cuarto de lo que ella le hizo en la cabeza a los chicos”, repudió.
Por último, la mujer expresó: “Ningún título te da el poder de maltratar a una criatura. Una criatura de tan solo 10 años. No te da el poder de decirle que no van a ser nadie en la vida, por más que vengan a un colegio del Estado”.
“Se cree que porque el pibe es pobre, le pueden decir lo que quieran. Y no es así. Mi hija es pobre y la mando acá porque no me queda otra”, cerró.