El Gobierno iraní envió una delegación a Ginebra a principios de este mes para instar a los países a votar en contra de la resolución, y acusó a los países occidentales de carecer de "credibilidad moral".
"Los derechos del pueblo iraní fueron ampliamente violados por los llamados campeones de los derechos humanos a causa de la imposición de sanciones unilaterales por parte del régimen estadounidense y de la aplicación de estas crueles sanciones por parte de los países europeos, especialmente Alemania, Reino Unido y Francia", dijo Khadijeh Karimi, una funcionaria iraní, en la reunión en Ginebra.
"Con una larga historia de colonialismo y de violación de los derechos humanos de otras naciones, Estados Unidos y Europa no deberían pretender ser los defensores de derechos humanos", dijo recientemente la Cancillería iraní.
No es seguro que el Consejo adopte la resolución.
Recientemente fue creciendo la resistencia -impulsada por Rusia, China e Irán- en el seno de la instancia contra las iniciativas de los países occidentales para condenar a Estados individuales por su represión de los derechos humanos.
La reunión de hoy se considera una prueba clave de la influencia de Occidente en el Consejo, tras el intento fallido contra Beijing, cuando fracasó un intento de incluir un debate sobre la represión contra la minoría musulmana uigur en la región de Xinjiang.
Pero Irán podría tener más dificultades para bloquear la resolución hoy.
El Consejo ya expresó sus preocupaciones sobre la república islámica en materia de derechos humanos cuando nombró en 2011 a un relator especial para vigilar las acciones de Teherán. Su mandato fue renovado cada año.