En las últimas horas, la Unidad Fiscal Especial actuante en la ciudad de Río Cuarto informó que se encontró huellas genéticas de una persona de sexo masculino compatibles con pruebas colectadas en la bata y en el cuerpo de la víctima.
La noche del 25 de noviembre de aquel año, la mujer fue encontrada muerta estrangulada con un cinturón de una bata. En el mismo, según la investigación del FBI, había un ADN de dos personas masculinas mezcladas, entre ellas el de su marido, Marcelo Macarrón y un NN.
Ahora, la fiscalía a cargo del fiscal Pablo Javega anunció que “una persona de sexo masculino figura como aportante compatible con las huellas genéticas recolectadas en cinto de bata que fuera ubicado anudado en el cuello de la víctima y de vello secuestrado en zona inguinal de la misma”, apuntó un comunicado del MPF cordobés emitido esta mañana.