En nuestro país cada 21 de noviembre se conmemora la fundación de la “Federación de Asociaciones de Profesionales Católicas de Enfermería” en 1935. Al igual que otras disciplinas del campo de la salud, la formación en enfermería surgió fuera del espacio universitario.
En sus comienzos, tenía un carácter más bien benéfico y empírico, relacionado con la necesidad de contar con su aporte frente a guerras, plagas y catástrofes. Sin embargo, en la década del ‘40 se inició en América Latina un proceso de industrialización que demandó la atención médica para proteger la mano de obra, lo que llevó a su profesionalización.
En nuestro país, las primeras universidades en incluirla como una carrera de grado, fueron la Universidad Nacional del Litoral, que en 1939 creó la Escuela de Nurses y la Universidad Nacional de Tucumán, que en 1952 abrió la Escuela de Enfermería.
Hoy, son 61 universidades entre públicas y privadas las que dictan la carrera en nuestro país, siendo la séptima carrera más estudiada, con una matrícula de más de 85 mil estudiantes entre universidades públicas y privadas y un crecimiento anual del 6,5% en la cantidad de inscriptos.