El modus operandi consistía en contactar a las víctimas, haciéndose pasar por un familiar o, incluso, por un empleado bancario. La mentira central era que los billetes que poseían –tanto pesos como dólares– “iban a dejar de tener valor” y que, por lo tanto, debían ser cambiados urgentemente.
Una vez que ganaban la confianza de la persona mayor, la banda enviaba a uno de sus miembros, presuntamente el ahora detenido, directamente al domicilio del jubilado para “retirar” el dinero. Con la excusa de realizar el supuesto canje, lograban quedarse con importantes sumas de efectivo, dejando a las víctimas sin sus ahorros.
Los medios locales indicaron que el joven se movía por la región, hospedándose en distintos hoteles de San Francisco para evadir a la justicia. De hecho, el detenido está vinculado a causas abiertas por hechos similares ocurridos el año pasado en otras localidades cordobesas como Brinkmann y Las Varillas, lo que demuestra el alcance regional de las maniobras delictivas.
Su arresto representa un avance clave en la desarticulación de esta banda que explotaba la vulnerabilidad y la buena fe de los adultos mayores de Córdoba.