Parra recordó que Guerrero llamó a su mujer “para preguntarle si podía cuidar al nene” porque ella retiraba al menor: “Lo dejaba al cuidado nuestro y se iba a trabajar”.
“(…) Pero cuando llegamos esperamos en la puerta de la casa que llegue Celeste, la llamé y le pregunté si tardaba mucho en llegar. Me dijo que no que se había tomado el DiDi todavía y en 5 minutos llegaba. Después me envió un mensaje de WhatsApp con una foto y en esa foto decía que habían aparecido tres chicas”, agregó.
En otro tramo de la declaración, el implicado explicó que ese domingo y el lunes acudieron al inmueble de la calle Chañar 701, donde “no vieron nada raro”, pero “lo único” que les llamó la atención fueron “dos camas nuevas” y “las llaves de la puerta trasera no estaban”.
El acusado describió en la casa hay “una entrada, unos sillones en un living chiquito y al lado un comedor”: “Entrando más al pasillo hay un baño de frente (…) Nunca salí al patio”.