La semana pasada, Trump ya había adelantado que reanudaría los envíos de armamento a las fuerzas ucranianas, después de que el Pentágono decidiera suspender temporalmente las entregas para revisar sus inventarios. Al vender las armas a países europeos, en lugar de transferirlas a Ucrania, Trump intenta contrarrestar posibles críticas por incumplir su promesa de campaña de reducir el papel de su país en la guerra.
Rutte, quien en la última cumbre de la OTAN se refirió a Trump como “papi”, consideró el anuncio estadounidense como “muy importante” y defendió que es “totalmente lógico” que sean los países europeos quienes financien los envíos. En esa cumbre, celebrada en La Haya, Estados Unidos logró un acuerdo para que los aliados destinen al menos el 5 % de su producto interior bruto (PIB) a defensa, con cierta flexibilidad para España.
El domingo, Trump criticó ante la prensa que Putin siempre le dice "cosas bonitas", pero luego "por la noche bombardea a gente en Ucrania”. A pesar del endurecimiento de su discurso, el líder estadounidense se negó este lunes a calificar al líder ruso de “asesino”.“No quiero decir que sea un asesino, pero es un tipo duro. Eso ha quedado demostrado con los años”, declaró, al tiempo que volvió a culpar de la guerra a su predecesor, Joe Biden, y aseguró que su gobierno no tiene nada que ver con el conflicto y solo busca ponerle fin. “Engañó a Clinton, a Bush, a Obama, a Biden; a mí no”, afirmó Trump sobre Putin.