La operación israelí, denominada "León que asciende", fue anunciada por el primer ministro Benjamín Netanyahu como una ofensiva directa contra el programa nuclear iraní.
Como parte de esta operación, la Fuerza Aérea de Israel informó el asesinato de Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor iraní, en un ataque aéreo nocturno sobre Teherán. Según el comunicado oficial, el bombardeo se realizó "tras una oportunidad repentina durante la noche", gracias a "información de inteligencia precisa", y tuvo como blanco un cuartel general "en el corazón de la capital iraní". Shadmani había asumido el cargo días atrás, tras la muerte de su antecesor, el comandante Gholamali Rashid, el 13 de junio.
Israel afirmó además haber destruido "un tercio" de los lanzadores de misiles tierra-tierra iraníes. Sin embargo, la respuesta no tardó en llegar: Irán lanzó una oleada de misiles sobre Tel Aviv, algunos de los cuales lograron penetrar el escudo antimisiles Cúpula de Hierro e impactaron en zonas residenciales, obligando a millones de personas a refugiarse en búnkeres subterráneos por cuarto día consecutivo.
En paralelo, un ciberataque paralizó al Banco Sepah, una de las principales entidades financieras estatales de Irán. La agencia Fars confirmó que la infraestructura digital del banco sufrió "interrupciones severas" en sus servicios en línea, aunque se espera una recuperación en las próximas horas.
Mientras tanto, las repercusiones del conflicto escalaron al plano internacional. En el marco de la cumbre del G7 en Canadá, el presidente estadounidense Donald Trump—quien abandonó anticipadamente el encuentro—instó a evacuar la ciudad de Teherán "de inmediato", advirtiendo sobre una posible ofensiva israelí de gran magnitud.
En un mensaje publicado en su red Truth Social, Trump escribió: "Irán debería haber firmado el acuerdo que les pedí. ¡Qué vergüenza y qué desperdicio de vidas humanas! ¡IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR! ¡Lo he dicho una y otra vez! ¡Todos deberían evacuar Teherán de inmediato!"
El mandatario subrayó además que su gobierno no busca un simple alto el fuego: "Queremos un verdadero final del conflicto, no solo un cese de hostilidades temporal".
Las tensiones siguen creciendo mientras Netanyahu insiste públicamente en la necesidad de "eliminar al líder supremo de Irán, Ali Khamenei", al que responsabiliza directamente por el desarrollo de armamento nuclear. En tanto, Irán mantiene su postura de resistencia y amenaza con responder "con toda su capacidad militar" a cualquier nuevo ataque.
Con ambos países en pie de guerra, la comunidad internacional sigue con preocupación el deterioro acelerado de la seguridad en la región, en un conflicto que ya trascendió las fronteras del Medio Oriente y amenaza con un alcance global.