Fue así como ingresó la segunda denuncia contra el remisero en la Justicia. Según la declaración de la madre, el acusado forzó a su hija a sentarse sobre la palanca de cambios con el pretexto de que así podría buscar a otra pasajera y abusó sexualmente de ella.
Cuando la joven de 17 años llegó a su casa, la madre advirtió que tenía un hematoma en el ojo derecho y, al preguntarle cómo se lo había hecho, la chica se quebró y le contó el ataque que había sufrido dentro del remis.
A raíz de las denuncias, el fiscal Luján Sodero Calvet, titular de la fiscalía Penal N°3 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual (UDIS), imputó al chofer por la presunta comisión de dos abusos sexuales, uno de ellos en concurso real con el delito de lesiones, y solicitó la prisión preventiva por existir riesgo de fuga. En tanto, el remisero se negó a declarar.