Mauricio Macri logró que Chiqui Tapia sea eyectado de la Ceamse, la poderosa empresa que gestiona los residuos en el área Metropolitana y donde el titular de la AFA ocupaba nada menos que la vicepresidencia.
LPO había adelantado que el ex presidente venía pidiéndole a su primo Jorge la salida de Tapia como represalia por haber volteado las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en la Justicia. Es que la privatización de los clubes es un anhelo de Macri desde que era el presidente de Boca Juniors, pero nunca había logrado avanzar.La salida se concretó este miércoles y supone un fuerte golpe para Tapia quien no sólo se negaba a dejar el cargo a pesar de ser el presidente de la AFA, sino que además decía a los suyos que iría por la presidencia de la Ceamse. Cerca de Tapia dijeron que no estaban al tanto del despido.El lugar de Chiqui será ocupado por Ezequiel Jarvis, quien lleva ocho años al frente de la secretaría de Trabajo y Empleo de la Ciudad. El flamante funcionario ya ordenó auditar todas las firmas de Tapia y publicar los contratos y nombramientos vinculados a la Ciudad de Buenos Aires de dirigentes del ascenso que trabajan en el Ceamse. Son cuestiones que dependen del presupuesto del gobierno porteño.
Tapia llegó a la vicepresidencia del Ceamse en 2015 por un acuerdo de Horacio Rodríguez Larreta con Hugo Moyano. Años después, el Chiqui coronaría su meteórico ascenso en la política con la presidencia de la AFA. Con el triunfo en el Mundial de Qatar, se volvió casi intocable.
Tapia comenzó a trabajar en Manliba, la empresa de la familia Macri que durante una década manejó la recolección de residuos. El Chiqui tiene mucha influencia en la rama de recolectores del Sindicato de Camioneros con el que todos los gobiernos porteños buscan tener una relación armoniosa.