En agosto, cuando el conflicto se intensificó, Yáñez y su nueva custodia quedaron sin vehículo. Hasta ese momento, su único medio de transporte en Madrid era un Lexus alquilado por el expresidente. "Si no pone la tarjeta de crédito para renovar el alquiler del auto se quedan sin movilidad", advirtió una fuente imparcial con conocimiento de la situación.
Si la mediación fracasa, el siguiente paso sería una denuncia ante la Justicia, donde Fernández ya enfrenta otras causas legales. Este jueves, el exjefe de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra, quien recetó a Yáñez globulitos de árnica tras un supuesto golpe en junio de 2021, prestará declaración.
Fernández niega rotundamente las acusaciones de violencia. Según sus declaraciones, la lesión en el ojo de Yáñez se debió a un tratamiento estético. "Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo? ¿Por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato? Viví 17 años con Marcela Luchetti y 10 con Vilma Ibarra, y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido", afirmó en una entrevista con Horacio Verbitsky.
La defensa del expresidente presentó testigos que alegan que las caídas de Yáñez se debían a una supuesta adicción al alcohol. Después del testimonio de Saavedra, el martes próximo será el turno de Florencia Aguirre, la esteticista que atendió a Yáñez en la fecha en la que se tomó la foto del ojo morado. Aguirre podría sostener que, debido a los intentos de Yáñez por quedar embarazada, evitaba el uso de productos con ácidos, lo que podría desmentir la teoría del tratamiento antiarrugas.